Soy yo, su mamá
El mes del día de la madre acaba de terminar, en Perú lo celebramos el segundo domingo de mayo, y pensé que para ese día hablar de esta tarea que hizo mi hijo en el colegio, sería oportuno. Bueno la “oportunidad” pasó porque olvidé agendar este post, pero en realidad su mamá soy yo siempre, cada día desde que vi esas dos rayitas rojas de positivo que lo cambiaron todo. Así que creo que escribir sobre mí como mamá será oportuno todo el tiempo, cada día.
Mi hijo dibujó a un miembro de su familia, y me escogió a mi para describirme, ese solo hecho me puso feliz.
He aquí mis características desde la piel de mi hijo y mis apreciaciones:
Hermosa, fue lo primero que escribió, y la verdad es algo que no veo en mí en primer lugar pero sus ojos son más puros que los míos.
Solidaria, aun en formación pretendo ser su ejemplo.
Preocupada, en el buen sentido es beneficioso para todos, pero debo cuidar que no sea constante al punto de llegar a la ansiedad insana por el mañana. Cada día tiene sus problemas dice Jesús en el evangelio.
Respetuosa, me encanta pero he de decir que puedo hacerlo mejor, incluso con él.
Amistosa, sí, bien no tengo amigos por montones pero trato de ser amable con los se cruzan conmigo, claro hay días en que no paso de un “buenas tardes”, pero siempre con respeto.
Mediana, esta me hizo reir soy de las más altas de mi familia pero como mi esposo me lleva escasos 5 centímetros, es suficiente para que yo sea la mediana de la familia.
Verme así dibujada por las inocentes manos de mi pequeño, esas manos que se parecen a las mías, me hizo encontrarme simple, sencilla, con trazos básicos, mi cabello no es un problema, cae sobre mis hombros sin que el frizz haga de las suyas, sin colores que deben combinar, pero aún así linda y alegre.
Ahí me veo a mí misma, sonriente, tranquila, esperando a que los adjetivos me describan, sin las complicaciones de la vida adulta y mis luchas internas. Sin esas cargas físicas y mentales que llevo a donde voy.
Rezo para que mi niño no cargue con mis heridas, que mi historia llena de caminos que no se encontraron, no sea el patrón de vida de mi hijo. Quiero que me siga viendo tan sencilla como para pedirle perdón cuando me equivoco, y decirle que desde mis aciertos y mis errores, que son menos que los primeros, al menos hasta hoy, yo lo amo y quiero solo su bien.
Soy su mamá y eso es algo para la eternidad, soy su mamá y él siempre va a ser mi momento oportuno.